Existimos en un hermoso continuo de vida y muerte, y vida y muerte.

Cada invierno, a nuestro alrededor, la Naturaleza modela la gracia de esta verdad y nos invita a cada uno a reflexionar sobre nuestra propia mortalidad y la de nuestros seres queridos.

Ya sea que usted esté enfrentando su propio declive y la realidad del final de su vida, o esté caminando con un ser querido en este difícil camino, usted no está solo.

Únase a nosotros en una exploración conmovedora, amorosa y solidaria de este viaje. El contenedor expansivo que es el mundo natural y el cuerpo suave y solidario de la Tierra sostienen este círculo en un abrazo.

Podemos dejarnos llevar por esto.

Por donación.